Las investigaciones revelan cómo el sexo beneficia el bienestar mental, emocional y cognitivo.
Dados los niveles de angustia que muchos sentimos, no sorprende que los estadounidenses parezcan estar perdiendo el interés en el sexo. Sé que me siento un poco perdido por el placer. Pero es precisamente en momentos como estos cuando necesitamos el acceso al placer más que nunca. En mi trabajo como neurocientífica, terapeuta sexual y psicoterapeuta, suelo recordar que el placer no es un lujo, sino una necesidad. Cuando hablo de hedonismo saludable, me refiero a cosas que no solo nos hacen sentir bien, sino que también nos hacen bien. El placer sexual es un excelente ejemplo de ello. Mientras lidiamos con el estrés y una incertidumbre sin precedentes, a todos nos vendría bien una dosis de medicina del placer.
La neurociencia es clara: la actividad sexual no solo nos aporta alegría, conexión y vitalidad, sino que también tiene efectos maravillosos en nuestro cerebro (y cuerpo).
El placer sexual activa y favorece múltiples aspectos de la salud cerebral y el bienestar general. Profundicemos en lo que demuestra la ciencia.
- El sexo ejercita el cerebro, mejor que Wordle
Si bien los juegos de ingenio como Sudoku o Wordle son geniales, la actividad sexual proporciona al cerebro un entrenamiento aún más completo. Cuando publicamos nuestro estudio sobre el cerebro y el orgasmo, los medios de comunicación se entusiasmaron con los beneficios del sexo. La estimulación genital y el orgasmo activan una amplia gama de regiones cerebrales: las áreas involucradas en la sensación, la emoción, el movimiento, la memoria y la recompensa se activan durante el placer sexual. El aumento del flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno al cerebro pueden contribuir a la salud cognitiva a largo plazo. Es una experiencia que involucra todo el cuerpo y toda la mente, y un potente ejercicio neuronal. - La farmacia de tu cerebro se activa
Una de las cosas mágicas del placer sexual es que aprovecha la “farmacia” interna del cerebro. Durante la excitación y el orgasmo, se libera un auténtico cóctel de neuroquímicos: dopamina (recompensa y motivación), oxitocina y vasopresina (vinculación y confianza), serotonina (regulación del estado de ánimo), endorfinas y endocannabinoides (alivio del dolor y euforia), prolactina (relajación), noradrenalina (concentración) y GABA (calma e inhibición). Esta droga interna es más poderosa que cualquier producto de venta libre, y es completamente natural. - El sexo mejora el estado de ánimo de forma natural
El placer sexual no es solo diversión, sino que es fundamentalmente bueno para la salud mental. Cuando activamos el sistema de recompensa del cerebro a través del placer sexual, experimentamos una mejora en el estado de ánimo y la motivación que puede extenderse a otras áreas de nuestra vida. La dopamina desempeña un papel fundamental en este proceso, pero es toda la cascada neuroquímica la que contribuye a una mayor resiliencia emocional y bienestar psicológico. En pocas palabras: el buen sexo es bueno para la salud mental. - Es un antiestrés comprobado
El estrés crónico es una epidemia moderna y causa estragos en el cerebro y el cuerpo. Afortunadamente, se ha demostrado que el placer sexual reduce los niveles de cortisol y adrenalina, dos hormonas principales del estrés. Al reducir estas sustancias químicas del estrés, el sexo ayuda a proteger el cerebro de los efectos dañinos del estrés prolongado, como la inflamación y el deterioro de la memoria. Es como darle un baño caliente al sistema nervioso. - Fortalece los vínculos y genera confianza
El placer sexual es inherentemente relacional, incluso cuando se experimenta en solitario. Las sustancias neuroquímicas liberadas, especialmente la oxitocina y la vasopresina, fomentan el vínculo, la intimidad y la confianza. Por eso, el placer compartido entre parejas puede fortalecer la cercanía emocional y la satisfacción en la relación. No se trata solo del orgasmo, sino de la conexión, la seguridad y la alegría compartida. El placer, cuando es mutuo y respetuoso, se convierte en una hermosa manera de reforzar el vínculo emocional en nuestras relaciones. - Favorece la Función Cognitiva
A menudo asociamos los beneficios cognitivos con aspectos como la dieta, el ejercicio y el sueño, pero el placer sexual regular merece un lugar en la mesa. La dopamina que se libera durante el sexo no solo se relaciona con la recompensa, sino que también es crucial para la memoria, la concentración y el aprendizaje. Las investigaciones demuestran que los adultos sexualmente activos tienden a tener una mejor función cognitiva y capacidad de memoria que quienes no lo son, incluso considerando la edad y la actividad física. El placer sexual no es solo diversión, sino que también estimula el cerebro. - Es un analgésico natural
Las endorfinas y encefalinas (los analgésicos propios de nuestro cerebro) se liberan en abundancia durante el placer sexual y el orgasmo. Esto puede proporcionar un alivio real de afecciones de dolor crónico como migrañas, artritis y dolor de espalda. Y cuando el dolor se reduce, es más probable que nos mantengamos activos, durmamos mejor y nos sintamos más resilientes emocionalmente. Este ciclo de retroalimentación positiva puede mejorar profundamente nuestra calidad de vida. - Promueve un mejor sueño
¿Alguna vez te has preguntado por qué te sientes tan relajado después del sexo? No es casualidad. Tras el orgasmo, la liberación de oxitocina, prolactina y serotonina ayuda al cuerpo y a la mente a entrar en un estado de profunda relajación. Esto convierte la actividad sexual en una excelente ayuda natural para dormir. En lugar de recurrir a medicamentos para dormir, podemos recurrir a la sabiduría innata del cuerpo y a las vías placenteras que están conectadas a nuestra biología. - Aumenta tu libido
He aquí una paradoja encantadora: cuanto más placer sexual experimentas, más probable es que lo desees. Esto se debe a que la estimulación sexual regular aumenta la liberación de testosterona, la hormona responsable del deseo sexual en todos los géneros. Este principio de “úsalo para alimentarlo” nos recuerda que el placer activa la bomba: mantiene nuestros sistemas sexuales despiertos y activos. - El placer genera placer
Finalmente, y quizás lo más importante, experimentar placer sexual con regularidad mejora nuestra capacidad de sentir más placer en general. El cerebro opera a través de dos sistemas fundamentales de retroalimentación: el dolor y el placer. Mientras que el dolor capta nuestra atención para evitar daños, el placer nos indica que estamos haciendo algo bueno por nosotros mismos, algo beneficioso para nuestra supervivencia y bienestar. Cuanto más nos involucramos en un hedonismo saludable, más reforzamos las vías de placer del cerebro. En otras palabras, el placer genera placer. Desarrolla nuestra resiliencia, nos abre a la alegría y nos ayuda a vivir más plenamente.
Por qué esto importa más que nunca
Vivimos en un mundo que a menudo patologiza el placer o lo trata como algo indulgente, frívolo o incluso vergonzoso. Pero la neurociencia cuenta una historia diferente. El placer, especialmente el placer sexual, es esencial para el funcionamiento óptimo del cerebro, la salud emocional y el bienestar general. No es egoísta. No es una tontería. Es supervivencia.
Cuando reclamamos nuestro derecho al placer, recuperamos nuestra conexión con nuestro cuerpo, nuestras emociones y con los demás. Nos volvemos más presentes, más compasivos y más resilientes. Recordamos que la alegría no es una recompensa por el sufrimiento; es un signo vital de salud.
Como suelo decir, el placer importa. Y el buen sexo es bueno para el cerebro.
Así que, ya sea que estés explorando en solitario, compartiendo placer con tu pareja o simplemente reconectando con la capacidad de tu cuerpo para la alegría, recuerda que estás haciendo algo profundamente beneficioso para tu cerebro, tu cuerpo y tu espíritu.