A modo de introducción, les cuento que mi hija tiene 17 años y le encanta mostrarse, desde hace unos meses llevamos un secreto, desde que comenzó a exhibirse delante de mí, y terminamos, ella masturbándose y yo pajeandome hasta acabar encima de ella. Cabe aclarar que no la penetro, solo nos miramos y cada uno toca su cuerpo.
Lo que más me excita de mi hija es su vagina, tiene lo que se dice cameltoe o pata de camello, se le marca mucho la forma en la ropa, las calzas le parten la concha y a mí me encanta que lo haga de gusto.
Ella me contó que se dio cuenta de que le gustaba exhibirse cuando tenía la duda de si era linda o no, si era atractiva o no, ya que todavía no ha tenido un novio, me confesó que si tuvo relaciones sexuales un par de veces con un chico, pero que no le gustaba como se lo hacía, era más inexperto que ella, así comenzó a su duda y empezó a probar como atraer chicos. La primera vez que intentó seducir o excitar a alguien exhibiendo su cuerpo lo hizo conmigo, y lo logró por goleada.
Luego de varias conversaciones la animé a que caliente a otros hombres delante de mí para excitarlos y ponerlos nerviosos por mi presencia. Nos gusta mucho ir a locales de ropa donde hay vendedores hombres, una vez fuimos a que se pruebe polleras, luego de elegirlas entra al probador, el chico se aleja, como no iba a poder verla desde donde estaba, yo le digo creo que te llama, se trabó la puerta parece, intenta abrirla y mi hija estaba ahí en una posición agachada intentando ponerse la pollera, sacando su colita con una tanga roja de encaje.
- ¡Huy! ¡Me dijo el hombre que estaba trabada la puerta!
- Hay (se hace la sorprendida) estoy desnuda todavía, no me mire!.
A todo esto el pibe estaba hipnotizado con la mirada clavada en el orto de mi hija
- Perdón ahí la cierro de nuevo
- Bueno, pero no la cierres del todo porque no me quiero quedar encerrada de nuevo
Y el pibe la deja entreabierta a la puerta y me di cuenta de que se paró en un ángulo que él podía ver hacia adentro y verla en los espejos.
Ella se probó distintas y debes en cuando se acomodaba la tanga y se tocaba la concha como indicando que se le marcaban sus labios carnosos. Luego lo llama y le preguntaba cuál le quedaba mejor.
- ¿Tú me dices que me queda mejor? ¿La de jean o la blanca?
- ¡No sé! ¡Esa! ¡La más corta! ¡Se te ven mejor las piernas!.
Le dice el vendedor
- ¿Y qué tal me queda la roja?
- ¿Cuál roja? No hay ninguna pollera roja
-¿Quién dijo pollera?
Y cerró la puerta del probador, En ese momento yo estaba muy excitado tenía las manos juntas delante para que no se me notará el bulto, también lo estaba nuestro amigo, ya que salió acomodándose la pija.
-No llevo ninguna, salió diciendo mi hija.
Y nos fuimos riéndonos, obviamente muy excitados. Fuimos a otro, y la intención era que se probara bikinis, entramos y había solo mujeres.
- ¿Te animas aquí?
- ¡No me gustan las mujeres papi! ¡Me gustan los pitos!
- ¡Intentemos dale!
Otra vez empezó el juego de dejar la puerta abierta un poquito, mientras se probaba no tuvo mucha suerte con la chica que la atendió, pero se dio que captó la atención del hombre que estaba cerca de mí, se ve que estaba esperando a su esposa, que estaba en el probador de al lado, el hombre miraba descaradamente como mi hijita se sacaba la remera y quedaban sus pezones puntiagudos al aire, se sacó la calza que tenía para quedarse nuevamente en tanga, esta vez fue más lejos, comenzó a tocarse las tetas y pasaba los dedos por la concha y le hacía caras al hombre, que se notaba su erección se terminó todo cuando salió la esposa del probador.
Se cambió nuevamente y nos fuimos sin comprar nada. Camino a casa iba realmente excitado, tenía la pija tan dura que no podía acomodarme para disimular.
- ¡Hay papi como la tienes! La gente que pasa te mira el bulto, y te cuento que me gusta que te miren
- Por eso no lo disimulo pequeña, a mí también me gusta mostrar que tengo algo aquí.
- ¡A mí no se me nota como a los hombres, pero soy un fuego! Tengo toda mojada la tanga, vamos a casa en taxi, y hago un poco de show si quieres.
Inmediatamente en medio de la gente, se sacó el corpiño, así sin sacarse la musculosa digamos, se le marcaban los pezones y dejaba ver más de la cuenta, subimos a un taxi y comenzó a contarme cosas sin sentido se agachaba y hacía movimientos para que se le vean las tetas, el taxista no le sacaba la mirada.
¡Cuando llegamos yo no daba más!. Para suerte mía no había nadie en casa, me senté en el sillón y le dije que por favor me hiciera un baile que quería pajearme antes que me explote la pija. Se levantó un poquito más la calza.
- ¿Esto te gusta papi?-
Y se tocaba la concha por encima
- ¡Si pequeña!
Mientras yo me desprendía el pantalón y sacaba mi verga durísima, se dio la vuelta, paró bien la colita y sé bajó la calza. Se le veía la concha como un bulto debajo de su ano.
- ¿Quieres tocarme papi? ¡Aquí por favor, necesito algo que no sean mis dedos!.
- ¡No hijita esto se va muy lejos ya!
No podía negarme, lo decía mientras estiraba mi mano y ponía los cuatro dedos en una de sus nalgas y el gordo directo a su vagina. ¡Soltó un gemido! Mientras se hacía hacia adelante y atrás. Con una mano me pajeaba y con la otra tocaba la vulva carnosa de mi hija, por un lado estaba loco del morbo que me causaba y por otro no podía dejar de estar tocando tan linda hendidura.
Se dio la vuelta y sin preguntarme me agarro la pija, apenas lograba rodearla con su manita de tan gruesa que la tengo, me pajeaba con lujuria, con fuerza, se le notaba en la cara la excitación, se babeaba por mi pija.
- Espera hija esto no está bien, se nos está yendo de las manos, le decía aunque dejaba que lo hiciera
- ¡Callate papá, y lléname de leche la cara!
Me pajeaba a mí y con la otra mano, se metía tres dedos. Cuando me dijo eso me causó tal éxtasis que le dije
-¡Ahí viene!
Se agachó rápidamente puso sus labios en la punta de mi pija y siguió pajeandome hasta que le llene de leche la boca, fue tanto que no le entro toda en la boca, me miró sonriendo y se tragó toda, ¡flor de puta se estaba haciendo mi niña!
Por javieraspire12