Casada e infeliz

Casada e infeliz

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Mi nombre es Valeria y tengo 20 años, me case a la edad de 19 años, con mi esposo que se llama Federico, él trabaja en una fábrica de elementos para construir edificios, tiene un buen sueldo así que no se ha presentado la necesidad de trabajar, me ocupo de los quehaceres de la casa y en la noche que mi esposo llega agotado del trabajo lo atiendo como un rey, mi vida desde que me case puedo decir que ha sido feliz, no he tenido problemas con mi esposo en ninguna circunstancia, mi mejor amiga que es casi de mi misma edad no le fue tan bien como a mí en las relaciones, pues ha convivido con dos hombres y siempre ha sufrido de infidelidades, por el momento ha tomado la decisión de vivir sola, mis otras amigas de estudio algunas están casadas y otras solteras, así que me hablo con mis amigas para contar nuestras historias de la vida y como nos va con nuestros esposos.

Me describo como una mujer que mide 1.55 mts, de alta, tengo buenas piernas ya que en el colegio hacia deportes, mi cuerpo diría que tengo buena figura, buen culo, buenas tetas no tan grandes, no tan pequeñas, talla 36B, mi tez es blanca, ojos café claro y mi cabello es castaño largo, me llega a la cintura, me gusta usar vestidos a media pierna, leggins, minifaldas también a media pierna, botas caña alta ya que mis piernas no son flacas, me lucen muy bien, blusas muy variadas también soy muy apasionada, me gusta consentir a mi esposo, que se sienta a gusto conmigo, hacerle muchas caricias, darle besos por todo su cuerpo y abrazarlo, como me encanta que él me abrace y creo que a mi esposo le gusta mucho mi forma de vestir, ya en cuanto a mi ropa interior algo variada como son desde cacheteros de encaje hasta tangas tipo hilo para ocasiones muy especiales.

En esta ciudad el clima es muy agradable no hace mucha calor, ni mucho frio, así que se puede usar ropa de verano en cualquier temporada.

Mi amiga Ana está casada con Jorge hace 2 años aproximadamente y, así que decidieron hacer una fiesta para celebrar su cumpleaños ya que ella tiene 20 años igual que yo, nos llegó  su tarjeta de invitación para mi esposo y para mí, la cual le comunique a Federico que la fiesta seria para el fin de mes un sábado y a la mayoría les pagan su sueldo, de esta manera no podrían sacar una excusa para no asistir.

También le escribí a mi gran amiga Viviana preguntando que si a ella también la había invitado y me respondió que sí, entonces le dije para que nos pusiéramos de acuerdo tanto para elegir la ropa que íbamos a llevar esa noche como también que regalo le podíamos comprar, mi amiga Vivi me acompaño al día siguiente para conseguir todo lo necesario y poder llegar algo más temprano y compartir más tiempo con nuestras amigas.

Todo transcurrió con normalidad hasta llegado el día, desde muy temprano nos reunimos con mi gran amiga Vivi para comenzar a arreglarnos, teníamos que bañarnos y obviamente depilarnos las zonas importantes desde las piernas hasta nuestras vaginas, que nos viéramos muy lindas, yo para mi esposo y mi amiga quizás encontrara el amor de su vida en esa fiesta.

Llegamos con mi amiga alrededor de las 02:00 de la tarde para poder pasar más tiempo con mis amigas del colegio y ponernos al día con todos los chismes de las excompañeras y excompañeros del colegio, sus vidas y aventuras, mi esposo ese día salía a las 3 de la tarde y mientras se alistaba estaría llegando alrededor de las 8 de la noche que sería la hora de inicio de la fiesta.  Ya casi a las 8 de la noche comenzaron a llegar los invitados tanto por parte de Ana como de su esposo Jorge, en fin había aproximadamente 50 personas de diferentes profesiones, algunos empresarios, señoras y señores, mi esposo llego casi a las 8 también, y comenzamos a disfrutar de la fiesta, unos iniciaron a bailar, otros tomando, riendo, haciendo bromas y contando las cosas graciosas que pasan en el día a día, con el pasar de las horas y el licor que tomábamos, unos tomaban cerveza, otros Ron, Whiskey, nos fuimos formando en grupos, en el grupo que nos encontrábamos con mi esposo, Vivi, Ana y Jorge, este nos presentó a Roberto, tiene aproximadamente de 50 a 60 años, aunque se ve que se cuida bien, debe ser que va al gimnasio y hacer bastante ejercicio, sus brazos son fornidos y su voz es bastante grave, quien es un empresario, tiene una fábrica de marroquinería, como también varios almacenes, tanto de ropa como cazado, y es dueño de al menos 4 departamentos y dos cabañas a las afueras de la ciudad, fue lo que alcance a escuchar, pues yo solo me concentraba en lo que mi esposo contaba sus historias desde la infancia, mi amiga Ana tenía la intención que Roberto se fijara en Viviana a lo cual salieron a bailar algunas veces, yo también Salí a bailar solo con mi esposo, y veíamos que se hablaban y se reían, quizás la estaban pasando muy divertido y Roberto nos cayó muy bien su personalidad a pesar de esa edad es alguien muy divertido y con mucha energía, ya pasada la media noche por efecto de los tragos que todos estábamos tomando mi esposo ya no daba más, se dormía hasta de pie, y no se podía sostener, también Ana y Jorge querían descansar por todo el trabajo de la fiesta, decoración y todo, así que decidimos despedirnos para regresar a nuestras casas, en ese momento Roberto se ofreció a llevarnos a nosotros dos y a Viviana, a lo cual no nos negamos ya que mi esposo no se podía sostener, mi amiga Viviana se fue en el puesto del copiloto junto con Roberto y mi esposo y yo en los asientos de atrás, todo el camino fue divertido, nos reímos mucho con los chistes de Roberto y experiencias con mujeres con las que él estuvo.

Al llegar a casa nos despedimos, Roberto y Viviana se fueron en su coche, por un momento sentí un poco de envidia por ella, quizás iba a tener una noche de mucha pasión desenfrenada, al rato que ya me estaba alistando para dormir, estaba en mi pijama cuando recibo un mensaje por WhatsApp, era mi amiga Vivi, me decía que ya se había ido Roberto para su departamento y que si yo pensaba que iba a pasar algo de noche de pasión me había equivocado y puso muchas caritas emoji de risas. En seguida le respondí que si, por un momento había sentido envidia y estarías disfrutando de sexo rico y no como a mí que me tendría que dormir con todas las ganas y la calentura que me produce el alcohol mientras mi esposo ronca como un mamut y le envié muchas risas jajajaja. Vivi me respondió con algo que me dejo inquieta, Roberto estaba interesado en otra persona.

¿Qué? Le pregunte con asombro.

Me respondió que eras tú, que sentía una gran atracción cuando te vio, y le parecías demasiado sexy como para no dormir toda la noche y hacerte ver estrellas.

Jajajaja le respondí, y le dije, dile que no se haga ilusiones por que no pasaría nada ni en esta vida ni en la otra, porque yo era una mujer muy feliz y todo lo apasionada que soy, es solo para mi esposo Fede.

Vivi me escribió tendrás que decírtelo tu misma, porque me pidió su número de celular, que desea conocerte más, jajajajja.

Le respondí, ok en el precioso momento que me escriba de una vez lo voy a sacar de taquito y le voy a dejar las cosas muy claras. Que se busque otra, jajaja no tengo problemas de infidelidad como mis amigas, sin ofenderte a ti Vivi.

Nos despedimos esa noche y me dormí sin ninguna preocupación.

El domingo fue un día sin ninguna novedad, no recibí ningún mensaje ni de Viviana ni de Roberto, el lunes cerca del medio día recibí un mensaje por WhatsApp un número desconocido el cual decía.

Hola Valeria muy buenos días, disculpa incomodarte en tus quehaceres, soy Roberto

Hola Roberto buenos días, en que puedo ayudarte, trataba de ser lo más cortante y seca en mi conversación.

Mas sin embargo Roberto fue muy respetuoso en su conversación y me dijo que le interesaba solo mi amistad, así que nuestra conversación fue muy agradable, Roberto como siempre haciéndome reír con sus chistes, me dijo que si podía seguir escribiéndome y he incluso invitarme a tomar un café o un jugo, pues su vida era solo trabajo y negocios, lo cual hacia que se sintiera solo.

Sentí en mi corazón una gran lastima por Roberto que le dije claro que sí, cuando quieras y necesites hablar con una amiga, ahí estaría para escucharlo.

Pasaban los días y nuestras conversaciones fueron más amenas, con más confianza, mientras mi esposo Fede trabajaba, su horario normal es de 7 de la mañana a 5 de la tarde, aunque en estos últimos tiempos se queda hasta las 8 haciendo tiempo extra.

Una noche mi esposo trabajo en la computadora hasta tarde y yo al otro día después de bañarme y ponerme una minifalda color negro que me llegaba un poco más arriba de la mitad de mis piernas, una blusa manga corta color blanco que me hacía ver muy elegante y mi brasier blanco con encaje, y una tanga tipo hilo pero no tan delgada, quise ingresar para ver alguna receta especial y tenerle una cena espectacular, así que estaba mirando recetas cuando sonó la entrada de un mensaje, de modo que abrí las ventanas que estaban minimizadas y su WhatsApp estaba abierto, y el mensaje que había ingresado era de una Ingeniera de la fábrica, de nombre Susy y le tenía corazoncitos, ingrese al chat para leer lo que se escribían, mi corazón comenzó a latir más fuerte, los nervios se apoderaron de mi mente, mi cuerpo, mis manos temblaban y mi cuerpo comenzaba a sudar, un sudor frio recorría mi cuerpo, mi mente sentía que se nublaba, cuando leí los mensajes que había en ese chat, lo que se escribían, leí varios renglones, no sé cuántos, mi corazón latía tan rápido como si quisiera salirse de mi pecho, mi mente se quedó en blanco, no sabía que pensar, mi mundo se derrumbaba de una forma inexplicable, mis ojos se llenaban de lágrimas, quería llorar, gritar, no sabía qué hacer, lo único que recuerdo es que tome mi celular y salí corriendo de mi hogar sin destino, no sabía a donde ir, solo quería irme tan lejos en ese instante, donde nadie nunca me pudiera encontrar, mi mente pasaba cada imagen de todo lo que había leído, como si fuera una película en cámara lenta, llegue al parque y me senté en una banca o silla de las que suelen hacer en los parque de este país, mis manos temblorosas sostenía mi celular, necesitaba llamar a alguien para desahogarme de lo sucedido, así que busque el número de mi amiga Viviana, marque y comenzó a sonar, de inmediato me contesto, le dije casi llorando que necesitaba hablar con ella urgente, pero me respondió que en ese preciso momento entraba a una reunión de su trabajo sobre las ventas como se iban a desarrollar para el siguiente mes, así que me dijo que en la tarde que saliera me llamaba para que platicáramos, y se despidió de mí, así que tuve que colgar la llamada, no sabía a quién más llamar, pensé en mis otras amigas pero no podía llamarlas a contarles como mi matrimonio tan perfecto se estaba derrumbando en mil pedazos y que yo siempre les decía que lo más importante era complacer al hombre en la cama para que estuviera satisfecho y por eso mi esposo no tenía necesidad de buscar otra porque yo lo complacía en el sexo.

Revise mi WhatsApp y había un mensaje sin leer del día anterior, mire de quien era ese mensaje, vi que era Roberto que me había escrito saludándome y deseándome un maravilloso día, necesitaba hablar con alguien, así que me vi en la necesidad de escribirle que si tenía un poco de tiempo libre.

En seguida me respondió que sí, precisamente se encontraba en su departamento, yo le dije que estaba en el parque de la ciudad, me respondió que ya salía a recogerme, a los pocos minutos llego en su coche y me recogió, por el camino solo me miraba pero no se atrevió a preguntarme que me pasaba, quizás se notaba mucho en mi cara lo mal que en ese momento me encontraba, llegamos e ingresamos a su departamento y nos sentamos en un sofá bastante amplio y me miro con su cara de preocupado y yo tan pronto le mire a la cara no pude contenerme y me eché a llorar, el me abrazo y me consolaba todo lo que más podía, trataba de tranquilizarme con sus palabras, me dispuse a contarle lo que había encontrado en el chat de su WhatsApp y todo lo que se escribían con esa tal Susy, tan pronto termine de contarle no pude aguantar y volví a llorar, nuevamente me abrazo fuerte y me consolaba diciéndome palabras dulces, como no mereces que este llorando por un hombre, y que no le gustaba que una mujer tan linda como yo estuviera llorando y ver mis ojos tristes, que merecía mucho más, y que jamás debería de tener tristeza y mucho menos que me lastimaran el corazón, y con sus manos fuertes sobaba mi espalda y me abrazaba más fuerte, poco a poco deje de llorar, ya solamente sollozaba y Roberto me limpiaba las lágrimas y me acariciaba mi rostro, me decía eres muy linda como para que estés llorando por un hombre que no vale la pena. Y en ese momento se acercó y me dio un beso en mis labios, yo tenía mi mente nublada, no podía pensar claro, Roberto se volvió acerca de nuevo y me dio otro beso en los labios el cual lo que pude hacer fue abrir mis labios y con sus labios aprisiono los míos, comenzó besándome y ya después fui cediendo y devolviéndole los besos con la misma intensidad, con una mano acariciaba mi espalda y la otra la poso sobre mi pierna, y la acariciaba también la apretaba, nuestras lenguas se entrelazaba recorrían nuestras bocas, mis manos sin poder evitar lo abrazaba, con su mano fue subiendo por mi pierna hasta llega a tocar mi culo, lo apretaba, yo en ese momento no podía recuperar el control mi mente no respondía, solo podía sentir un fuego que recorría mi cuerpo, mientras Roberto acariciaba todo mi culo y fue bajando la cremallera de mi minifalda, yo no puse resistencia, en un momento Roberto se despegó un poco de mi cuerpo y comenzó a soltar los botones de mi blusa, mi cuerpo solo se movió para facilitarle quitarla de mis hombros y sacarlas de mis manos, acariciaba mi espalda con sus dos manos, eso me ponía más sensible, mi cuerpo aumentaba ese calor que recorría todo mi ser, luego soltó mi brasier, el cual encogí mis hombros para que los pudiera quitar de mí, yo como pude comencé a tratar de quitarle la camiseta que llevaba puesta y el me ayudo sacando los brazos desde arriba, nos pusimos de pie para poder quitarnos las otras prendas, Roberto me bajo la minifalda mientras yo soltaba su pantalón dejando caer todo al piso, nos volvimos a besar con mucha intensidad, esta vez Roberto comenzó a besar mi cuello, también a morder el lóbulo de mi oreja lo que hizo que me excitara de una forma impresionante, fue bajando por mi pecho hasta llegar a mis tetas para comenzar a chuparlas de una forma que no podía resistir, chupaba mis pezones que ya estaban duros por la excitación y trataba de succionar mis tetas con su boca lo que hizo que salieran de mi gemidos de mucha excitación, posesione mi mano en su cabeza indicándole que siguiera chupando mis tetas sin parar, me sentía muy excitada, gemía cada vez que Roberto succionaba mis tetas, con mi otra mano baje hasta su bóxer y wau sentí que mi cuerpo se estremeció al sentir su polla bien dura, la sobaba por encima del bóxer, entonces Roberto bajo su mano también hasta mi vagina que ya estaba bastante mojada, metió sus dedos y toco mis labios bastantes mojados, fue introduciendo poco a poco el dedo en mi vagina, me hacía gemir como una perra en celo, su dedo entraba y salía de mi vagina con rapidez y eso me estaba llevando a un orgasmo inevitable, no pude más contenerme y gemía como toda una puta en celo, hasta que explote en un orgasmo y los chorros comenzaron a salir de mi vagina por los dedos y la mano de Roberto, metió otro dedo más y mis jugos seguían saliendo, me arqueaba como diciéndole que no parara con lo que estaba haciendo, y comenzó a masturbarme de nuevo con los dos dedos dentro de mi vagina y chupaba mis tetas sin parar, gritaba de placer, sentía una excitación extrema en mi cuerpo que no podía dominar, en ese momento con mis manos comencé a bajar el bóxer de Roberto, quería darle libertar a esa verga grande y caliente que sentía en mis manos, Roberto procedió a bajar mi tanga para tener más comodidad de agarrarme el culo, y mi vagina mojada, las bajo hasta mis rodillas, así que alce mi pierna derecha y luego la izquierda para que cayera mi tanga totalmente al piso, Roberto continuo besándome por todo lado y sus dedos sin darle descanso a mi vagina que se sentía bastante mojada como si hubiera un charco de agua, comencé a bajar por su pecho dándole besitos cortos y así hasta quedar frente a su gran verga que estaba mojada por la excitación todo su glande, mis ojos se abrieron al ver su tamaño, y de una vez llegaron a mis pensamientos los recuerdos de esa noche de la fiesta en la cual nos había contado sus experiencias con otras mujeres, algunas que al ver su verga se asustaban y salían corriendo y yo por supuesto que no quería ser una de esas que saliera corriendo, así que decidí con la punta de mi lengua pasarla por su glande, sintiendo su sabor pre seminal, el cual no me disgusto su sabor, al contrario su sabor era algo dulce y salado, pero en mi boca no iba a caber toda esa verga gruesa y larga que tenía en frente mío, tenía que dar mi mayor esfuerzo, como dije antes, en el sexo soy muy complaciente con mi esposo, así que decidí ir introduciendo esa verga en mi boca, abrí lo más que pude mi boca para tratar de tragarla hasta la mitad, la chupaba lo mejor que podía, y succionaba su glande tratando de sacarle todo su liquido pre seminal y volvía a meterla en mi boca lo más que podía, mis movimientos se volvieron más rítmicos, ese mete y saca, así dure un buen tiempo dándole una mamada a su verga que cada vez parecía crecer más y ponerse más duro, la tome con mi mano derecha y comencé a pasar mi lengua desde su base, por todo lado, la lamia como si fuera el dulce las delicioso que jamás había probado, y luego sus bolas se veía grandes, le pase mi lengua y las chupe lo más que pude, para luego subir por toda su polla dura pasándole la lengua hasta llegar a su glande que le salía bastante liquido pre seminal, y meterlo en mi boca, lo chupaba y luego abrí bien mi boca para poder meterme su polla lo más que pudiera, la chupe unos minutos más, y Roberto me levanto, para ponerme sobre el sofá, me recosté y por instinto abrí mis piernas dándole mi aprobación a que hiciera todo lo que quisiera, Roberto continuo chupando mis tetas por un momento y luego con su verga bien dura comenzó a frotarla  por toda mi vagina que se encontraba tan mojada, yo solo podía gemir con todas las ganas que tenía, poco a poco Roberto fue empujando su gran verga y mi vagina se fue abriendo para darle entrada a esa polla gruesa, abría mi ojos para poder ver cómo iba entrando esa verga grande, en mi mente decía que no iba a poder, no iba a ser capaz de recibir esa polla gruesa, mi vagina se expandía lo más que podía, mis labios vaginales estaban al máximo tratando de darle acceso a toda esa polla que sentía como iba entrando milímetro a milímetro dentro de mi vagina, yo solo podía gemir con cada poco que entraba, no podía creer que estuviera recibiendo su enorme verga, mis labios vaginales seguían expandiéndose al máximo, y sentía que su verga me llegaba al estómago, hasta que vi que su pelvis pego contra mi cuerpo, ahí me di cuenta que me tenía toda su verga dentro, la volvió a sacar suave hasta cerca de su glande y aproveche para abrir más mis piernas para que tuviera toda la facilidad de meterla hasta el fondo, y así fue, Roberto volvió a meterla y mi grito fue fuerte, creo que se escuchó por todo el departamento, Roberto comenzó a meter y sacar su verga, dándole a mi vagina un placer inmenso, tanto que de una vez tuve un orgasmo bastante fuerte, mis piernas temblaban y sentía que expulsaba chorros de lo más profundo de mi vagina, mi cuerpo se estremecía como si estuviera poseída, quede sin fuerzas y Roberto volvió con calma a meter y sacar su verga que para ese entonces ya se encontraba bastante lubricada con mis jugos, comencé a recobrar mis fuerzas para ver como Roberto metía y sacaba su verga de mi vagina, mis labios vaginales expandidos al máximo, comencé a gemir de nuevo lo más fuerte que podía, en su departamento el sonido de Aaaaaa Aaaaaa Aaaaaaaaa Aaaaaaaa en cada estocada con su polla que me daba Roberto mientras llegaba mi siguiente orgasmo y mi cuerpo se arqueaba levantando mi pelvis para que Roberto metiera toda su polla y la dejara ahí, mis espasmos eran intensos, los chorros calientes que salían de mi vagina para lubricar más su verga gruesa, así estuvimos por un lago rato en esa posición de misionero, Roberto me fue sacando su verga poco a poco, así que tome mi iniciativa y la tome con mi mano llevándola a mi boca para agradecerle por ese placer tan grande que me acababa de dar, como recompensa comencé a chuparla suave para ir poco a poco metiéndomela en mi boca hasta donde más pudiera, abría mi boca con todas mis fuerzas para que pudiera entrar más su gran verga, así la chupe por un rato y le pasaba mi lengua por toda su verga recogiendo nuestros ricos fluidos, dejándola limpia, para luego me puse en cuatro con mis rodillas sobre el sofá, Roberto inmediatamente se puso detrás mío y con la punta de su verga acariciaba mi vagina de arriba abajo, subía y bajaba y eso más me prendía, hacia que más me excitara, ya estaba gimiendo del delicioso placer que me estaba proporcionando, no sé como pero le pedí que me por favor me la metiera, que ya no resistía más estar así, y Roberto comenzó a introducir su verga, sentía como mi vagina comenzaba a abrirse dejando entrar todo su glande con su grosor, la sentía tan gruesa que no pude contenerme y comencé a jadear fuerte, Roberto seguía metiéndola y la sacaba un poco para volverla a meter y empujar más, mientras yo gemía cada vez más fuerte, Aaaaa, Aaaaa, Aaaaaaa hasta que sentí su cuerpo pegado a mi culo, entonces supe que ya  me tenía toda su verga dentro, solo era esperar ese vaivén con fuerza que me estaría destrozado por dentro con su enorme verga, me tomo de la cintura mientras yo ponía mis manos y codos junto con mi cara en el sofá, para poder resistir las envestidas que iba a recibir de la verga de Roberto, Roberto comenzó a meter y sacar su verga de mi vagina esta vez con mucha más velocidad y fuerza, yo solo podía gemir tan fuerte como pudiera con cada estocada que me daba sintiendo como su verga entraba a lo más profundo de mi vagina, el sonido de nuestros cuerpos chocando hacia que yo gritara, solo pude ser consiente de los tres primeros orgasmos que me hizo tener en esa posición de perrito, Roberto me levanto y se acostó de lado poniéndome de igual forma, yo no tenía ya fuerzas, así que ya Roberto estaba a mi espalda, paso su brazo derecho por mi cuello y su mano comenzó a acariciar mis tetas mientras con la otra mano levantaba mi pierna izquierda para ir acomodando la punta de su verga a la entra de mi vagina, yo solo podía dejarme llevar por esa calentura que sentía en todo mi cuerpo, Roberto comenzó a meter su verga mientras apretaba mis tetas sujetándome con su brazo para volver a tomar el ritmo de meter y sacar su enrome verga de mi vagina, de nuevo comencé a gemir del enorme placer que me estaba produciendo cada que su verga entraba y salía de mi vagina mis orgasmos no se hicieron esperar, mi cuerpo temblada de espasmos con cada orgasmo que tenía, gire mi cabeza para ver la cara de Roberto y saber si también estaba disfrutando como yo, pude ver su cara de satisfacción, que también estaba disfrutando como yo, nos dimos un apasionado beso, nuestras lenguas se enredaban comunicándonos nuestra pasión que estábamos sintiendo, así estuvimos unos minutos, yo pude volver a recobrar mis fuerzas, le dije que era hora de hacer mi parte, darle un poco de placer a esa verga que me había hecho tener tantos orgasmos, me levante y Roberto se incorporó sentándose en el sofá, yo me puse al frente de Roberto y me arrodille para limpiar con mi boca su enorme verga, pasaba mi lengua por toda su verga, la chupe lo mejor que pude, tenía que chupar su verga con toda mi experiencia y pasión, como agradecimiento a todo ese placer que antes me había proporcionado, me levante y puse una pierna en cada extremo de sus piernas quedando abierta, tomado con mi mano derecha su enorme verga que la tenía tan dura por la chupada que le acaba de dar, con mis ojos expectantes y en mi mente decía ¡Wow! Nunca había visto una verga de ese tamaño y ese grosor y menos pensar que mi vagina fuera la protagonista y pudiera recibir toda esa carne que produce tanto placer.

Ubique la punta de su verga en dirección a mi vagina y fui bajando despacio, quería ver como mi vagina era capaz de recibir toda esa verga y se expandía para darle entrada y me llenara toda, con el peso de mi cuerpo fui bajando sin detenerme hasta quedar totalmente sentada con toda su verga metida, lo mire a los ojos y nos dimos otro beso para comenzar a subir y bajar, esta vez yo tenía el control y tenia que dar lo mejor de mí, tenía que superar a cualquier mujer con la que Roberto haya estado, así que fui aumentando mi ritmo, subía y bajaba con fuerza para que me entrara toda su verga que ya la sentía como si me llegara al estómago, comencé a gemir con cada estocada que yo misma me estaba dando, mi orgasmo no se hizo esperar y comencé a jadear como toda una perra en celo, aullaba como una loba, y Roberto acelero su movimiento metiendo y sacando su verga de mi vagina tan rápido que no pude aguantar y explote en un orgasmo tan fuerte que quede casi como si me desmayara, Roberto me agarro de la cintura y siguió bombeándome sin parar, yo solo gemía sin control de mi cuerpo solo dejándome penetrar con su verga dura, volví a tomar fuerzas de donde ya no tenia y puse mis brazos sobre su cuello para poder balancearme con velocidad mi cuerpo hacia movimientos rítmicos de adelanta hacia atrás, inmediatamente tuve otro orgasmo, mi cuerpo vibraba con los espasmos que hacía, Roberto volvió a aprovechar que yo no tenia fuerzas para comenzar a bombearme con su verga sin parar, yo seguía gimiendo por todo ese placer que me estaba proporcionando su verga dentro de mi que mi siguiente orgasmo fue inmediato.

Me quede con la cabeza recostada en su hombro sin fuerzas para poder moverme, mientras Roberto acariciaba mi espalda has llegar a mis nalgas, me las abría toda y empujaba su enorme verga más adentro, y seguía acariciando mis nalgas y mi culo.

Luego me dijo que quería continuar la faena en la cama, a lo que yo le respondí con un siiii.

Me levanto y yo como pude me puse de pie, mis piernas temblaban sin fuerza, me tomo de la mano y me llevo a su habitación la cual tiene una gran cama y su iluminación es espectacular, se tumbo boca arriba y yo no podía perder esa oportunidad de volver a chupar su verga como agradecimiento a todos esos orgasmos que me había hecho tener, le pase mi lengua recogiendo nuestros fluidos y por sus bolas metiéndomelas en mi boca y succionándolas, me puse encima y volví a meterme su verga, de nuevo tenía el control, Roberto me apretaba mis tetas que se bamboleaban con mis movimientos de sube y baja, yo solo sentía como su verga entraba en mi vagina estrecha, mis labios se expandían al máximo para poder recibir toda su verga, así estuve un rato subiendo y bajando sobre su verga, mis orgasmos no se hacían esperar, nunca había tenido tantos orgasmos uno tras otro, hacia movimientos circulares y Roberto me dio la indicación que me girara para darle la espalda sin sacarme su verga de mi vagina, así que comencé a girar y no fue ningún problema ya que por lo grande y gruesa no se podía salir de mi vagina, es como si mis labios ya no pudiera ceder mas y no permitiera salir su verga de mí.

Quedé de espalda y Roberto tenia toda la vista de como su verga abría mi vagina al máximo, comencé a subir y bajar y Roberto me dice:

Que rico como las paredes de tu vagina quedan pegadas a la circunferencia de su verga, eso me hizo pensar que mi vagina y yo estábamos dando todo nuestro mayor esfuerzo para darle ese rico placer que se merecía, seguí cabalgando con más velocidad.

Después de un rato de estar en esa pose, la tome con mi mano y la fui sacando poco a poco mientras miraba como salía de dentro de mi toda esa verga gruesa, grande y muy mojada por mis jugos, me gire y me puse en cuatro para que Roberto me montara, inmediatamente Roberto fue metiendo de nuevo su verga y comenzó a bombearme con fuerza, luego se subió encima mío y como un toro me metía la verga sin compasión, con toda su fuerza, solo nuestros gemidos se escuchaban junto con el choque de su cuerpo contra mis nalgas, el ritmo con el que Roberto me estaba penetrando nunca me habían cogido de esa forma tan salvaje, yo solo podía gemir como toda una perra, mi orgasmo fue tan fuerte que termine acostada totalmente y Roberto encima mío, seguía metiéndome su verga con mas fuerza, yo no podía más, ya no tenía fuerza para moverme o resistir mas envestidas con su verga, solo deje que hiciera lo que el quisiera y hasta donde quisiera meter su verga, estuvo así no se por cuanto tiempo, no se cuantos orgasmos mas tuve, solo se, que luego se levanto y me dio la media vuelta quedando boca arriba y Roberto inmediatamente apunto con su verga a la entrada de mi vagina, y me la metió de una sola estocada que me hizo ver el cielo con todas sus estrellitas, comenzó a penetrarme con mucha fuerza y velocidad, yo sentía cada vez su verga mas gruesa, ya mi vagina no podía expandirse más, el calor de su verga se iba incrementando más, Roberto bufaba como un toro, y sus estocadas con su enorme verga me llegaba a lo mas profundo de mi vientre, mi orgasmo se aproximaba a una velocidad que no podía creer lo que me pasaba y Roberto gruñía como un león con su leona, sentí ese calor intenso que salía de su verga y mi vagina llegaba a su punto máximo de éxtasis, comencé a gemir con todas mis fuerzas, gritaba a cada estocada que me daba Roberto, cuando sentí mi orgasmo explotar y escucho a Roberto gritar AAAAAAAAA SIIIIIII, AAAAAAAA MEEEEEEE COOOOOORROOOOOOOOOOOO, AAAAAAAAAAA.

Sentí sus chorros de semen inundando mi vagina como nunca había sentido, palpitaba su verga dentro de mí, descargando todo ese placer, todo ese semen que su verga tenía guardada, sus chorros fuertes se estrellaban contra mis paredes internas de mi vientre mientras yo expulsaba también mis chorros de ese fuerte orgasmo inigualable.

Estuvimos asi, por un rato tomado aire y reponiendo fuerzas, Roberto se levanto con sus brazos y me miraba, yo estaba sin energía para decirle alguna palabra, Roberto fue sacando su verga de mi vagina, poco a poco y ya un poco flácida, con mis manos tome las de el, indicándole que subiera  a hacia mi boca, tenia de alguna manera darle las gracias a esa verga que me llevo hasta el cielo, así que Roberto subió y la puso en mi boca, yo la chupaba con calma y la lamia toda, disfrutando ese sabor de nuestros jugos.

Roberto se acostó a un lado y yo me acosté en su pecho, duramos así un rato, luego nos dimos cuenta que ya era las casi las tres de la tarde, Roberto me dijo que pediría un domicilio alguna comida especial, que necesitábamos reponer energías, yo solo atine a soltar una sonrisa, a mi mente llegaban los recuerdos del chat de mi esposo y todo lo que se escribían, así que no quería volver a mi casa y encontrarme con esa realidad, igual que Fede llegaba en la noche ya casi a la hora de dormir.

Revise mi celular y solo había un mensaje de mi esposo que me decía que tenia mucho trabajo y que me amaba.

Al poco tiempo llego el domicilio y nos dispusimos a almorzar, efectivamente era comida de mar, después le dije a Roberto que me quería dar un baño por lo que Roberto me indico donde quedaba, el se quedo en la puerta mirándome como mojaba mi cuerpo con el agua, así que me quedé mirándolo y le dije ¿Qué?

Y Roberto me respondió eres muy sexy y me encantas.

Yo solo me reí y le dije, no piensas bañarte o te da pena, con una sonrisa picarona.

Roberto entro a la ducha y comenzó a enjabonar mi cuerpo y acariciarlo por todo lado, yo solo cerraba mis ojos y dejaba que recorriera sus manos por donde el deseara, poco a poco comencé a sentir como su verga se iba poniendo dura, iba creciendo de una forma asombrosa, así que la tome en mi mano, quería sentir como crecía dentro de mi mano, le dije, ahora es mi turno de ponerte jabón por todo el cuerpo, fui bajando hasta su verga, le puse jabón como jugando ya que se veía casi parada la tome con mis dos manos y le hacía masajes de adelante y atrás y fue tomando mas firmeza, yo subía mi mirada con una sonrisa picarona a los ojos de Roberto que no dejaba de mirar lo que yo estaba haciendo con su enorme verga, con el agua quite todo el jabón y comencé con la punta de mi lengua a hacerle lamidas por todo el glande, ya la sentía bien dura de nuevo y me la fui metiendo en mi boca para comenzar a chuparla lo mejor que pudiera, así estuve un rato dándole placer a su enorme verga.

Roberto me levanto y me dio un rico beso para ponerme de espaldas a el y comenzar a pasar su verga por toda mi vagina de arriba abajo, yo comencé a gemir por el placer que estaba recibiendo, Roberto comenzó a meterme su verga, yo incliné mi cuerpo hacia la pared y sacando mi culo para que Roberto tuviera la facilidad de penetrarme profundo, deseaba volver a sentir su verga llenando todo mi cuerpo, Roberto comenzó a meterme su verga, sentía como su glande abría mi vagina, yo solo podía gemir con cada centímetro de esa enorme verga que entraba en mí, sentí que Roberto pego su cuerpo a mí, pude sentir que ya tenia toda su verga adentro, de mi boca salió un Aaaaaa, Roberto empujo con mas fuerza y yo volví a soltar otro Aaaaaa con mas fuerza, entonces fue cuando Roberto comento con su mete y saca, me estaba cogiendo con fuerza, mis gritos en el baño eran bastantes fuertes, me estaba penetrando con todas sus ganas, hasta que me hizo tener un fuerte orgasmo, mis piernas temblaban, se me iba las fuerzas, Roberto me sostuvo, pero no dejaba de follarme con fuerza, volví a reunir fuerzas para sostenerme y poder aguatar cada estocada que me daba con fuerza, pero el segundo orgasmo no se hizo esperar y comencé a gemir fuerte, gritaba como una perra en celo, mi cuerpo comenzó a temblar y explote en otro orgasmo que me hizo quedar casi suspendida en el aire solo sostenida por el cuerpo de Roberto y su verga que la tenia tan dura, mis piernas abiertas sobre las piernas de Roberto estaban en el aire.

Roberto me dice, vamos a la cama, quiero cogerte de nuevo y complacerte toda, salimos de la ducha y fuimos directo a la cama, deseaba tener a Roberto dentro de mí, no se que pasaba por mi mente pero mi cuerpo solo obedecía a todo lo que Roberto hiciera, me acosté boca arriba y Roberto subió encima en la posición de misionero, abrí mis piernas para que me penetrara con facilidad y así comenzamos con nuestra segunda faena, nuestros jadeos se escuchaban por todo el departamento, luego me puso en cuatro, y estuvo penetrándome como si nunca lo hubiera hecho, mis orgasmos eran seguidos, uno tras otro, mi vagina se expandía lo más que podía para aguantar el grosor de su verga.

También tenia que devolverle un poco de placer a Roberto, así que un rato estuve encima cabalgando, tomando el control de su verga y me daba grandes sentones, cosa que nunca había podido hacer sin que no se saliera de mi vagina. Así duramos quizás un par de horas no que tiempo era, cuando sentí que su verga volvía a expedir mucho calor, se ponía mas dura y mas gruesa, y Roberto jadeaba muy fuerte cuando soltó sus chorros de semen que sentía como me llenaba, no paraba su verga de vibrar dentro de mi vagina, soltando toda su carga de semen en lo mas profundo de mí.

Caí sobre su pecho y estuvimos así por un largo rato, creo que ya eran las 7 de la noche, así que le dije a Roberto que ya tenia que regresar a mi mundo, me levante con cuidado mientras su verga ya no estaba tan dura y me la fui sacando poco a poco, baje lo más rápido que pude para limpiarla con mi boca y degustar nuestros fluidos.

Regresé a la sala a buscar mi ropa mientras Roberto se alistaba también para llevarme, no tardamos en llegar, tal ves unos 15 minutos y me despedí de Roberto, una vez entre a mi casa, los recuerdos de ese chat de Susy y mi esposo volvieron a mi mente. Me dispuse a preparar la cena y dejarle a Fede, para cuando llegara, me acosté en la cama, creo que a las 10:30 de la noche Fede me despertó con besos, pero le dije que estaba muy cansada y tenia sueño, así que me volví a dormir inmediatamente.

A la mañana cuando me desperté a las 7 de la mañana, me di cuenta que estaba totalmente desnuda, y recordé que esa noche solo me quite la ropa y me deje la tanga, imagine que fue Fede quien me quito la ropa, seguramente para darme besos en mi vagina, estaba tan cansada que no pude darme cuenta.

Al rato tome mi celular y tenia varios mensajes, Viviana, preguntaba como estaba y que necesitaba hablar conmigo urgente, estaba muy preocupada por la llamada que le había hecho ayer, y Roberto me saludaba y preguntaba como estaba.

Le escribí a Viviana para contarle lo que me había sucedido y ella de inmediato me escribió diciéndome que hoy estaba libre en su departamento y necesitaba verme, tome las llaves de mi casa y salí para su departamento, cuando llegue le conté lo sucedido, los chat que tenia Federico y lo destrozada que estaba, mi corazón se había roto en mil pedazos, Viviana me dijo, todos los hombres son iguales, falsos, mujeriegos, solo quieren estar con una y con otra, me pregunto qué entonces que había hecho, para donde me había ido, así que me le dije que le había escrito a Roberto y que ese día me vino a recoger en el parque y nos fuimos para su departamento y allá estuve todo el día.

Viviana abrió sus ojos toda expectantes de lo sorprendida, le dio risa y me dijo Vale, tienes que contarme todoooo, con lujos y detalles, así que tenemos todo el día para que me diga todo lo que paso y lo que te haya dicho.

Yo me reí solo de ver la cara de mi amiga, como se veía lo interesada que estaba por saber todo, además porque Vivi sabía que Roberto quería cogerme, le fui contando paso a paso como fue sucediendo todo, Viviana se sorprendía con los detales que le daba y se reía, llego un momento en que se quedo con la boca abierta cuando le dije aproximadamente el tamaño de su verga, Viviana no podía creer, entonces era cierto sobre los chistes que él decía, sobre mujeres que salían corriendo al ver el tamaño de su verga, así pase todo el día con mi amiga contándole todo lo que habíamos hecho con Roberto. Los dos mensajes de Fede mi esposo, como siempre, para desearme un bonito dia y para decirme que llegaría otra vez tarde, y un mensaje de Roberto que me decía que quería verme otra vez, mi amiga Vivi me pregunta que, si iba a ir a verlo otra vez, pero yo le dije que no y que tenia que parar esta situación de una vez por toda, no podía volver a caer en esa trampa.

Por Fernanda

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