Estas son solo reflexiones y opiniones de un cincuentón que le gustan las películas eróticas y que no es un crítico de cine.
Sinopsis: Dos parejas de mediana edad están unidas por algo más que una amistad de toda la vida. Mientras se relajan en una isla del Caribe, se les ocurre una idea poco convencional para enriquecer y, como resultado, complicar su vida sexual.
¿Burlándose del matrimonio?
Svatá čtveřice o Cuatro Santos o 4Some, de Jan Hřebejk, es una película checa basada en un guion original de Michal Viewegh, autor del bestseller homónimo. Ya se habían realizado adaptaciones de los libros de Viewegh, pero esta es su primera vez como guionista. La idea de La Sagrada Cuaternidad surgió tras una larga conversación entre el autor y el director en un pub. El resultado es una comedia divertida pero impactante, capaz de perturbar a las parejas casadas.
La historia de la película gira en torno a dos parejas, ambas casadas desde hace más de 20 años. Son amigos desde hace mucho tiempo y viven en la casa de al lado, con sus jardines delanteros conectados. Vitek (Jiri Langmajer) y Marie (Marie Prochazkova) tienen dos hijas, y Ondra (Hynek Cermak) y Dita (Viktorie Cermakova) tienen dos hijos, todos adolescentes y a punto de tener sus primeras experiencias sexuales. Las dos parejas, por el contrario, tienen una vida sexual muy aburrida. Cuando dos hombres, que trabajan juntos en una compañía eléctrica, reciben la invitación de ir a una isla del Caribe para restablecer el suministro eléctrico tras un huracán, sus esposas les proponen acompañarlos, convirtiendo el viaje en unas vacaciones exóticas. Bajo el sol, las parejas empiezan a pensar en darle un toque picante a sus vidas sexuales intercambiando parejas. Las creencias religiosas de Marie la hacen la única que duda en participar en este atrevido cuarteto. Pero finalmente, cede a la provocativa interacción sexual…
Cuatro Santos resulta especialmente interesante por desafiar ciertos tabúes del cine —diálogos vulgares, actuaciones con desnudos, escenas de sexo atrevidas (por ejemplo, mostrar a ambas parejas en la ducha)— dentro de un contexto religioso. Ejemplos de ello son el título de la película, que hace referencia a la Santísima Trinidad; las dudas de Marie respecto a la aventura sexual debido a su fuerte apego a la religión; varias escenas en una iglesia donde una de las hijas jóvenes canta en un coro; Las pequeñas estatuas de la Sagrada Familia, que se “doblan” como adornos navideños en las casas de la pareja, etc. El director logra que el comportamiento sexual de los personajes parezca más o menos normal en contraste con estas alusiones religiosas.
Pero a veces la película cuestiona la moral del espectador de forma dudosa, arriesgando a que los personajes caigan en la ingenuidad y la historia en un sinsentido. Ciertos momentos de la película son claramente exagerados. Por ejemplo, la ruptura de tabúes por parte de la pareja parece no tener consecuencias reales en su vida cotidiana. Cuando los niños y los abuelos descubren la verdad sobre las segundas parejas sexuales de la pareja, nadie se sorprende. Esto no solo es irreal, sino que también trivializa el conflicto de los personajes.
Las escenas exóticas, junto con la música y la desenfado general de la historia, hacen que la película sea entretenida, dejando algunas cosas en las que pensar. Sin embargo, las escenas más absurdas no animan a los espectadores a tomarse más en serio lo que ocurre en la película. El tema todavía podría haber sido tratado con seriedad sin recortar los aspectos cómicos.
