En la segunda mitad de la década de los setenta del pasado siglo se vivió un brusco e intenso interés en nuestro país por las publicaciones de historieta que contenían elementos eróticos. Los cambios sociales derivados de la transformación política influyeron a su vez en los cambios culturales, y una sociedad reprimida en varios ámbitos demostró sus ganas de libertad pidiendo sexo de forma desmedida. Y ese sexo se le dio desde todas las opciones culturales, incluyendo la historieta.
Hay que tener en cuenta que la aparición de las publicaciones que vamos a comentar tuvo lugar en un periodo excepcional en España, que no había existido antes ni se ha vuelto a repetir hasta ahora: la extinción de una larga dictadura y el paso a una democracia en la que tuvo lugar el pleno desarrollo de los medios de comunicación globales. Un periodo que todos conocen como “la transición”, por el comentado tránsito hacia una democracia, y que la mayoría de historiadores ubican entre el fallecimiento de Franco, en 1975, y el primer gobierno socialista, en 1982. No sólo las circunstancias políticas y sociales eran inéditas para los españoles, sino que dentro de la tercera ola de democratizaciones del siglo XX también fue una excepción: una de las características de esta excepcionalidad fue que la transición se realizó desde el seno del anterior régimen dictatorial; la otra, el importante papel desempeñado por la recuperada monarquía. El cambio no surgió de una revolución, y durante algún tiempo siguieron perviviendo estructuras y cargos del franquismo. Por eso no se produjo un brusco viraje en los usos y costumbres de la sociedad. Al contrario, esta circunstancia favoreció que durante años se mezclasen permisividad y represión, muchas veces de forma aleatoria y dependiendo de las circunstancias concretas en cada caso. La legislación fue modificada varias veces en un corto periodo de tiempo, y su aplicación fue a veces confusa y contradictoria. La libertad (o lo que los españoles de aquel tiempo pensaban que era la libertad) había llegado de golpe, y nadie sabía cómo aplicarla. Lo que sí quedó claro es que hablar de libertad en la segunda mitad de los setenta significaba hablar de política y de sexo, materias ambas que inundaron las páginas de las publicaciones impresas, las pantallas, los escenarios, el mismo ambiente cotidiano… Esta historia continuara (tomado de www.tebeosfera.com)
Revista College: 13 números, en español de este magazine italiano

Muchas gracias. Me gusta este tipo de cómics antiguos, un saludo
Un placer, gracias por visitar el blog
Un placer, compartimos los mismos gustos