Esposa pudorosa
Vanesa estaba en la cocina, descalza, con un vestido ligero que apenas rozaba sus muslos. El calor del verano se filtraba por las ventanas abiertas, haciendo que su piel brillara…
Vanesa estaba en la cocina, descalza, con un vestido ligero que apenas rozaba sus muslos. El calor del verano se filtraba por las ventanas abiertas, haciendo que su piel brillara…