Cómo introducir el BDSM en tu vida sexual

Cómo introducir el BDSM en tu vida sexual

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La saga de películas y libros 50 Sombras de Grey popularizó el BDSM, pero ¿sabes realmente qué significa este término?

Abreviatura de Bondage-Disciplina, Dominación-Sumisión y Sadismo-Masoquismo, el sexo BDSM se refiere a cualquier tipo de acto sexual que implique dominio, sumisión y control, y donde exista un intercambio de poder consensuado. El BDSM también se conoce como “kink”. Según Erin Chen, terapeuta sexual y fundadora de Gilly, una aplicación de bienestar íntimo para parejas con hijos, “kink” es un término amplio para el sexo considerado “no tradicional” (para la mayoría de las personas, el sexo tradicional se basa en el coito entre dos parejas monógamas). Por lo tanto, “kink” describe un amplio espectro de actividades y experiencias sexuales que pueden, aunque no necesariamente, incluir dinámicas de poder.

Más que los actos sexuales en sí, el BDSM se basa en la experiencia compartida de placer, tanto para ti como para tu pareja, señala Erin.

El placer puede provenir de ceder o tomar el control, de ciertas sensaciones físicas, de ciertas respuestas emocionales, etc. También puede provenir del esfuerzo minucioso de planificar y prepararse para una próxima sesión de juego BDSM. Lo que genera placer es tan individual como las personas involucradas. Es un espacio sin prejuicios, y existe un espectro amplio y diverso de experiencias. El consentimiento y la confianza son esenciales para una experiencia BDSM saludable y positiva.

Ideas erróneas sobre el BDSM

Mucha gente asume que el BDSM puede ser perjudicial. Por ejemplo, Erin afirma que existe la creencia de que quienes practican BDSM son pervertidos o mentalmente desequilibrados. Gran parte de esto está relacionado con la vergüenza sexual y los tabúes que existen actualmente en nuestra sociedad. Sin embargo, las investigaciones demuestran que practicar un estilo de vida BDSM saludable no causa ni es causado por patologías psicológicas. De hecho, un estudio realizado en los Países Bajos reveló que quienes practican BDSM no parecían tener más problemas que la población general. Eran más extrovertidos, más abiertos a nuevas experiencias y más meticulosos que los participantes que no practicaban sexo BDSM. También eran menos neuróticos, un rasgo de personalidad marcado por la ansiedad.

“En general, considero que las personas que practican BDSM de forma saludable son mucho más conscientes de sí mismas y muy buenas comunicadoras”, explica Erin. “Esto tiene sentido, dado que estas son habilidades cruciales para comprender, articular y tener conversaciones constructivas sobre las preferencias con la pareja. Estas habilidades también son vitales para comunicarse continuamente durante la experiencia sexual y que ambos puedan disfrutar”.

¿Es el BDSM adecuado para ti y tu pareja?

Depende de las experiencias que te brinden placer. Pregúntate: “¿Qué me resulta divertido y emocionante sexualmente?”. Un buen punto de partida son tus fantasías sexuales. Cuando fantasees, presta atención a lo que te excita. ¿Es la sensación de ceder el control? ¿Es la sensación de suspense? ¿Es la sensación de ser poderoso? ¿Hay diálogo en tu fantasía? Y, de ser así, ¿qué se dice? ¿Y en qué tono se dice? Todas estas son pistas sobre qué incorporar a tu experiencia BDSM en la vida real.

Por ejemplo, si la sensación de suspense te excita, quizás puedas intentar incorporar la práctica de BDSM a tu vida sexual.

¿Cómo le planteas a tu pareja la idea de probar BDSM, especialmente si te preocupa que te juzgue? Podrías decirle que has estado leyendo sobre el tema y que tienes curiosidad por explorarlo con ella, dice Erin. Sé sincero/a y explícale que te pone nervioso/a siquiera hablar del tema, porque no estás seguro/a de si le interesa o si te juzgará. Luego, observa cómo evoluciona la conversación. Escucha lo que tu pareja tiene que decir y tomen una decisión juntos, o acuerdan retomar la conversación otro día.
Consejos para una experiencia BDSM positiva

  1. Construye una base de confianza y seguridad

Antes incluso de adentrarse en el BDSM, Erin sugiere hablar de sexo con tu pareja. Compartan sus opiniones sobre qué les gusta y qué no. Si no pueden hacerlo cómodamente, probablemente aún no tengan la confianza suficiente para experimentar el BDSM de forma segura y placentera. “Recuerden, el objetivo es que ambos sientan placer”, dice Erin. “No funcionará si uno de ustedes duda o se siente tímido. No pueden simplemente imponer el BDSM a alguien y asumir que le gustará”.

  1. Descubre tus límites

Una vez que ambos hayan decidido que el BDSM es algo que les gustaría explorar juntos, hablen sobre sus límites. Esto incluye llegar a un acuerdo mutuo: si bien pueden establecer límites de antemano, estos podrían cambiar durante el juego sexual. Pueden pensar en señales como palabras o gestos de seguridad para indicar que desean retirar su consentimiento. Y consúltense mutuamente mientras experimentan. La comunicación es clave: aprende las señales de tu pareja y sé sincero sobre lo que quieres o no. (Descubre el juego gratuito “Dar y Recibir” en www.getgilly.com, un ejercicio que te permite practicar este tipo de comunicación).

  1. Lee (al menos un poco)

Si de verdad quieres experimentar con el BDSM, Erin sugiere consultar un libro de ejercicios llamado “Authentic Kink: Crea tu mejor experiencia con tu pareja”, disponible en Amazon. Entre otras cosas, te ayudará a guiarte en conversaciones clave para crear una experiencia sana y placentera.

  1. Habla del plan

Habla sobre la experiencia que quieres crear. Una vez que tengas una idea, puedes empezar a hablar sobre los accesorios, como una venda, una pluma larga o incluso una espátula. “A veces, es la planificación y la elección cuidadosas de los accesorios lo que proporciona placer a la persona que tiene el poder en una experiencia BDSM”, dice Erin.

  1. Dedica tiempo al cuidado posterior

El cuidado posterior es importante al terminar el juego sexual. Esto varía según la pareja, según sus necesidades y deseos. Algunos pueden pasar unos minutos acurrucándose, mientras que otros pueden pedir tiempo a solas. Algunos pueden pedirle a su pareja un masaje en la espalda, mientras que otros pueden pedir una taza de té. “Aprovechen este tiempo para hablar sobre cómo se sintieron durante y después de la sesión de juego, para que puedan seguir aprendiendo a complacerse mutuamente y disfrutar del placer juntos”, dice Erin.

Por Melissa Wong

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